Hikikomori

Por: Mauricio Badillo
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CUANDO UNA HABITACIÓN ES TU MUNDO: La vida misma resumida en 4 paredes.

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Crisis nacionales, hambruna, desastres naturales, enfermedades que aun son incurables, calentamiento global, naciones en guerra, dependencia a la tecnología, estos son algunos de los grandes problemas del siglo XXI.
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Cuando parecía que poco nos puede sorprender se presenta un hecho en oriente, en Japón para ser específico, algo a lo que se le puede llamar enfermedad psicológica. Primeramente haremos una muy breve introducción al tema, como habíamos mencionado anteriormente este problema tiene lugar en Japón, una de las grandes, poderosas y prosperas naciones de oriente y del mundo, pareciera raro que siendo un país primer mundista tenga lugar este problema, pero incluso es esa misma prosperidad lo que conlleva al problema y es que ese tipo de vida digno de una gran metrópolis como lo son Tokio, Sapporo, Yokohama, Osaka etc. hace al ser humano entrar en una monotonía a la que a cualquier persona aun fastidiaría, ya que la vida que las personas laboralmente activa llevan es de un total estrés, con el echo de imaginarnos estar encerrados 5 días y medio a la semana en una oficina, el caos vehicular o el caos masivo en los sub-terraneos y trenes que llevan de los suburbios a la ciudad, distancias largas por recorrer.
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Exceso de tarea en los jóvenes estudiantes, entre otras cosas, son de un agobio incesante y son estos problemas lo que lleva a mucha gente (en su mayoría jóvenes del sexo masculino) lo que los hace decidir a llevar una vida muy próspera y a sentirse protegidos en su armadura de 4 paredes, adolescentes y adultos jóvenes que se ven abrumados por la sociedad japonesa y se sienten incapaces de cumplir los roles sociales que se esperan de ellos, reaccionando con un aislamiento social.
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Los hikikomori a menudo rehúsan abandonar la casa de sus padres y puede que se encierren en una habitación durante meses o incluso años. La mayoría de ellos son varones, y muchos son también primogénitos.
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La palabra japonesa hikikomori significa aislamiento en español. En cuanto a los síntomas podemos hablar de que son gente que desea evitar contacto con el mundo exterior, se encierran en su dormitorio en sus casas bajo el resguardo de sus padres, por periodos largos llegando a ser hasta varios años, por lo regular no tienen amigos (si acaso imaginarios o amigos en el ciber espacio) y duermen todo el día, se entretienen con video juegos, con una computadora durante toda la noche, o hasta con animes y mangas, cosas muy propias de aquel país, llevan un muy mal habito alimenticio llegado a alimentarse únicamente con sopas instantáneas, o cualquier tipo de comida chatarra, también llevan malos hábitos de sueño pudiendo jugar durante toda la noche y durante el día dormir, etc., podría decirse que viven de sus padres pero el aislamiento de la sociedad normalmente comienza de forma gradual, antes de que el hikikomori cierre con llave la puerta de su habitación.
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Foto: Eduardo Cano (website)

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A menudo se encuentran tristes, pierden sus amigos, se vuelven inseguros, tímidos y hablan menos. Frecuentemente son objeto de burla en el colegio, lo cual puede ser el detonante para su aislamiento.

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El aislamiento prolongado tiene gran efecto sobre estas personas haciendo que pierdan sus habilidades y referentes sociales, llegando a tener a la misma televisión como marco de referencia, es debido a esto que cuando el hikikomori intenta regresar a la sociedad le cuesta demasiado volverse a reintegrar pues para entonces habrá perdido muchas habilidades sociales, además de evitar las burlas, pues en Japón ser un hikikomori es motivo de vergüenza para muchos o al menos se tiene esa vaga idea.

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Su miedo a la presión social puede convertirse en ira, y la pérdida del marco de referencia social puede conducir también a un comportamiento violento o delictivo.

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En casos extremos llegan a atacar a los padres y a delinquir, y sirvan como ejemplos: En el año 2000, un hikikomori de 17 años secuestró un autobús y mató a un pasajero. Otro caso fue el de un hikikomori que secuestró a una chica joven y la tuvo en cautiverio durante nueve años. Otro mató a cuatro chicas para recrear escenas de un manga hentai guro (cómic pornográfico gore). Un caso muy particular es el que experimentó un corresponsal japonés de la cadena BBC News, el cual relato su experiencia con uno de estos jóvenes: “lo conocí sólo como el muchacho en la cocina. Su madre, Yoshiko, no me dijo su nombre temerosa de que los vecinos descubrieran su secreto. Su hijo tiene 17 años. Tres años atrás estaba triste con la escuela y empezó a hacerse la rata. Un día entró a la cocina, cerró la puerta y se negó a volver a salir. También impide el ingreso de nadie. La familia debió construir una nueva cocina. El baño está pegado a la cocina, pero él sólo se baña una vez cada seis meses".

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Definitivamente una sociedad en la que tener un hijo así es una total vergüenza para la familia. Estos casos se generalizan haciendo pensar a la opinión pública que todos los hikikomori son así, o haciéndoles relacionar ciertas temáticas con los malos hábitos de estos jóvenes. La mayoría de las familias que tienen a algún integrante hikokomori, decide no hablar del tema por pena ante la sociedad, pues también es considerado un problema interno. Muchos padres dejan pasar mucho tiempo antes de buscar algun tipo de ayuda o terapia psicológica Además, en Japón la educación del niño corre a cargo de la madre, por tradición, y puede que el padre deje todo el problema del hikikomori a la madre, la cual se siente sobreprotectora con su hijo. En un principio, la mayoría de los padres se limitan a esperar que el niño supere sus problemas y regrese a la sociedad por su propia voluntad. Lo ven como una fase que el niño ha de superar. Además, muchos padres no saben qué hacer con un hikikomori, y simplemente esperan debido a la falta de otras opciones.
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Los colegios y asistentes sociales pueden hacer preguntas, pero normalmente no se involucran en la situación.
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En cualquier caso es necesaria una ayuda psicológica. Actualmente ya existen varios centros especializados para la ayuda a estos jóvenes, ubicados principalmente en Tokio con el apoyo de la universidad local (Universidad de Tokio) muchos de ellos aún sienten falta de apoyo, por lo que es muy difícil llevarlos por su propia voluntad, pocos son los voluntarios.
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Expertos japoneses y extranjeros ya han dedicado extensos ensayos al fenómeno. El novelista y realizador cinematográfico Ryu Murakami lo explica como "la consecuencia del fenómeno de crecimiento de la economía japonesa durante la segunda mitad del siglo XX". Algunos expertos consideran al hikikomori como una epidemia, aunque lamentablemente "subterránea", al ser cómplice, en la mayoría de los casos, la familia del comportamiento "anormal" de estos muchachos. El psiquiatra Dr. Takami apunta como causa de esta situación a las mentiras que se han ido propagando dentro sobre los valores históricos de la sociedad japonesa donde la poesía y la música tradicional celebran a menudo la nobleza de la soledad y la relación que en ese marco se establece entre los muchachos y el papel asignado a la madre, que cuida de ellos hasta bien entrados en la madurez.
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Este problema pareciera ser únicamente de la nación nipona (salvo algunos casos en Corea del Norte) pero alrededor del mundo se presentan casos de discriminación en los jóvenes, tales como el bullying, que es el acoso escolar.
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Finalmente hablando de cifras, las cuales arrojan resultados realmente alarmantes para Japón, pues actualmente es una enfermedad la cual padecen 1,200,000; 1 de cada 10 jóvenes japoneses sufren de este fenómeno, y el 41 % de los afectados están entre 1 y 5 años en sus habitaciones. Sin duda alguna Japón, como la gran nación que es deberá trabajar para sacar juntos en sociedad este grave problema, un problema más del nuevo siglo.