Look Back in Movies

Retrospectivas Cinematográficas

Por: Sergio Edoardo Cerecedo

"Velvet Goldmine" Buscando un satélite de amor.

Hace no mucho tiempo que un amigo cercano en confidencia me contó que en un tiempo no muy lejano, se enamoró perdidamente o más bien "cayó en el amor" como sería la traducción literal del inglés y que quedó como anillo al dedo para la ocasión, ya que su amor se convirtió en una caida, al enterarse que la dama en cuestión no gustaba de los hombres como es "biológicamente normal", ella era lesbiana y como nunca se enteró de la existencia de ese sentimiento, le dejó saber acerca de sus preferencias de la manera más dura en que lo podía hacer alguien cuya personalidad es ruda y claridosa, besando a una chava frente a él.

Al no saber que decirle simplemente callé y traté de dar mi apoyo, un silencio largo siguió y una retahila de pensamientos rondaron mi cabeza, sin moralinas y sin más, pensando; ¿qué con la diversidad sexual?,¿Qué de un modo de vida al que tratamos de estandarizar y dar la misma explicacion de motivos de todos quienes lo toman o simplemente preferimos darles el avión?.

Muchas preguntas, muy poco que responder, con la mejor intención del mundo optamos por cambiar de tema para no volver a terrenos dolorosos para él,asi que al otro día opté por sumergirme en el universo de una película, cosa que hago con el fin de ampliar mis horizontes a la hora de pensar,y realmente que dí al clavo, frente a mí aparecen imágenes de niños que hablan en un salon de clases diciendo qué les gustaría ser al crecer, de repente uno rompe la lista de profesiones con un rotundo "Quiero ser una estrella pop" ,estaba ante mis ojos un relato sobre el influyente y revolucionario género glam rock, un movimiento que estalló en Inglaterra vendiendo sin querer un estilo de vida, las canciones pegajosas, la ropa de colores llamativos y afeminados, el look andrógino de sus seguidores y por supuesto, el gusto sexual por hombres y mujeres por igual, todo en la figura de un hombre que llevaba la afeminación del género masculino por bandera, sería un fenómeno musical, llegaría a enamorarse de una contraparte tan estrafalaria como él hallada en tierras norteamericanas, y posteriormente, fingiría su muerte,tomando la decisión de morir como leyenda para volver a nacer como persona, aunque para el mundo ya fuera muy tarde, pues la película toma como narrador central a un periodista encomendado a investigar aquél suceso social del que fue parte una decada atrás y que cambió radicalmente su destino.

Cinematográficamente la técnica fragmentada y a base de flashbacks en la película resulta simple pero ágil, con una fotografía colorida y actuaciones soberbias, con espíritu de película de poco costo y colaboración en el soundtrack de grandes de la música como Thom Yorke y Lou Reed, también después de verla, supe que se había involucrado en la producción Michael Stipe (vocalista de la banda R.E.M.), quien hace casi un año después de años de carrera declaró publicamente su homosexualidad, con el argumento de inspirar a los jóvenes a decir lo que piensan y mostrar quienes son realmente en todos los sentidos.

Así pues, la historia de romance, pasión y sexo inspirada en David Bowie y su romance con el padrino del punk Iggy Pop aclaró un poco mis pensamientos,recordé por qué ese alguien amistoso que, revelo ahora, no es más que mi propia conciencia había llegado a amar a esa persona, por su amor por la música, su intensidad y su belleza, reconocí en ella y en mi a ésos andróginos que según Platón fueron cortados a la mitad y ahora la buscan desesperadamente,me hizo pensar que como con lo surreal y con los sueños más locos, no hacía falta buscarle explicación a los por qués de sus preferencias y el camino que han elegido, simplemente agradecer el viaje compartido y disfrutarlo hasta el cansancio, ahora me sentía mucho mejor.


"Bajo la ley" Cuando el aburrimiento y la diversión se parecen tanto...

Encuadres en movimiento de una ciudad a orillas del Mississipi desolada como si recién hubiera pasado una inundación nos introducen a un mundo bizarro, donde un padrote es arrestado en una emboscada policiaca, un bueno para nada también cae en manos de la justicia por entregar un paquete sin saber de qué se trata, en la penitenciaría convivirán en contra de su voluntad en una celda, junto con un italiano que habla a medias el inglés y que, contra lo que pudiera aparentar su bonachón carácter, es culpable de lo que se le acusa, juntos planearán fugarse y tratarán de pasar los días tranquilamente soportándose en una especie de rara y forzada amistad, la película estéticamente reúne todos los elementos que el espectador promedio detesta de una película de corte artístico, es filmada en el menospreciado blanco y negro, con bajo presupuesto, por un director independiente, que de chavo quería ser poeta y es descrito por algunos críticos como un extraterrestre con gran sentido del humor, la mayor parte de la película transcurre a un ritmo semilento y en planos secuencia.

A grandes rasgos parece lo que se considera comunmente una película aburrida para intelectuales, no para personas promedio que la mayor parte del tiempo viven con flojera y sin sentido, pero que es en realidad, una comedia inteligente que saca lo mejor de sus ambientes y parece una colección de anécdotas de algún pandillero, por que aún así todos los detalles que funcionarían para declinar el interés aquí el director los utiliza para entretenernos, sacando la mejor actuación hasta la fecha de Roberto Benigni (aquél recordado por La Vida Es Bella y por siempre repetirse a si mismo), él da todo de sí como un hombre graciosísimo que pese a haber asesinado actúa de manera más racional y sensata que los dos malandrines a quienes parece que la vida les pasa de largo y que de nada servirá haber sido aleccionados con la prisión (interpretados también genialmente por John Lurie y el cantante de voz horrible pero letras inigualables Tom Waits).

Una película que parece hecha por alguien de otro planeta que nos observa y se extraña de nuestro comportamiento y la hueva periódica de la mayor parte de la humanidad, y que dentro de lo que cabe, sabe como hacernos reir con ello, de las mejores de los 80´s y de todos los tiempos, altamente recomendable para quienes quieren introducirse en el cine alternativo o aún temen al blanco y negro. Sin más me despido, ¡Hasta la próxima Roots!

Sergio Edoardo Cerecedo Pérez. Actualmente colabora en las radios virtuales http://www.radio-ritmo.net/ y http://www.chrisvelagui.es.tl/ con su programa de rock , colaborador de la revista ROOTS, practicante de la escritura de guíones y relatos, aficionado profundo del Cine y la Música.

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