Por: Manuel López
Sin duda, la mayor peculiaridad del centro de Xalapa son sus calles empinadas, que han sido durante mucho tiempo testigos de un sinnúmero de anécdotas y acontecimientos, algunos de ellos muy peculiares. Todos los días circulan por ellas miles de transeuntes, buscando las pendientes menos pronunciadas para subir o cuidandose de los resbalones en las bajadas, sobre todo en tiempos de lluvias.
Cuentan los antiguos habitantes de la ciudad que hace ya varios años, la primera cuadra de Clavijero era conocida como el “Callejón de Tumbaburros”. Por esta calle tan empinada solían resbalar las bestias y los carros, soltando la carga y provocando un verdadero espectáculo: frutas y verduras (entre otras cosas) rodando por la calle hasta ir a parar cerca del Parque Juárez, donde se encontraba el recientemente desaparecido bar Las Palomas.
Hoy, un espectáculo similar ocurre cada 15 de septiembre, no en la calle de Clavijero sino en Lucio, a la altura del puente Xallitic.
Cualquiera que haya pasado por ese lugar una tarde del día del grito en los útimos siete años, seguro se habrá topado con cantidades de gente contemplando o participando de un evento que se ha ido convirtiendo en una peculiar tradición y que cada vez congrega a más personas: la Carrera de Melones: una carrera de velocidad en la que concursan únicamente melones que ruedan calle abajo, compitiendo por llegar primero a la linea de meta.
La Carrera de Melones existe desde el año 2005. Entonces, un grupo de jóvenes pretendían grabar un cortometraje en forma de falso documental acerca de una supuesta carrera de melones. Para ello, aprovecharon el cierre de las calles el 15 de septiembre y grabaron las primeras escenas. La sorpresa fue que sin darse cuenta, se comenzó a congregar la gente alrededor de los melones, hubo porras aplausos y hasta apuestas.
Al año siguiente, decidieron redactar una convocatoria y pegarla por las calles del centro. Algunas personas acudieron para hacer competir a sus melones y, desde entonces, olvidándose del proyecto inicial, comenzaron a convocar a la carrera cada año. Así, cada año a ido creciendo la participación en la Carrera de Melones: en el 2007 participaron alrededor de 20 melones, unos 30 para el 2008, más de 50 para el 2009 y en 2010 más de 100.
Lo que comenzó con la idea de un absurdo se ha ido convirtiendo en una tradición y en un evento verdaderamente organizado: existe un Comité Organizador, un logotipo y un reglamento; algunos negocios locales que lo patrocinan, premios que van desde una charola con jamón de cocodrilo hasta cupones para canjear por libros. La carrera se comenta en los blogs, en los foros, en las redes sociales, pero también en los cafés y en los pasillos de las facultades; tiene sus seguidores constantes, que participan cada año e incluso sus detractores.
En realidad, la Carrera de Melones, según comentan los creadores y organizadores “no tiene ningún objetivo más que hacer que la gente se divierta, pase un buen rato, conviva y se olvide de la dinamica y los problemas cotidianos, sin ninguna aspiración material, intelectual, espiritual o de cualquier otro tipo. Es un absurdo, que nos podemos permitir al menos una vez al año y es sorprendente la cantidad de gente que, incluso en estos tiempos, lo hace”.
La gente acude cada 15 de septiembre a Xallitic a competir, a observar, a correr detrás de los melones, a gritar y echar porras. Dicen los miembros del comité: “Por la competencia ha pasado gente de todo tipo: jóvenes, adultos, niños, xalapeños y foraneos, incluso extranjeros, curiosos y asiduos. Acuden grupos de amigos y familias; decoran sus melones, les ponen nombres y se toman fotos. Después se reunen, festejan, comen los melones o los exhiben como ganadores durante la fiestas del 15”.
El comité lo integran los creadores de la carrera pero tambien gente que se suma cada año, no pertenecen ni dependen de ninguna organización y financian los gastos por su cuenta. Durante varios días preparan el evento buscando patrocinadores entre sus conocidos, difundendo la carrera en internet y de boca en boca, diseñando los promocionales y organizando la logística del evento. Tampoco cuentan con permisos oficiales, porque según dicen “la calle es de todos. Simplemente nos reunimos y ocupamos el espacio público durante un rato, sin obstruir el tránsito y sin causar disturbios, después cada quien se va a su casa o a festejar o baja al grito”.
Este año, según marca el reglamento publicado en su perfil de Facebook, la carrera comenzará a las 17:00 horas, el jueves 15 de septiembre y la cita será en la parte alta del puente Xallitic, sobre la calle de Lucio, a la altura de la escalinata Noroeste. Habrá un plazo de media hora para inscribirse y después comenzará la competencia, que se prevé dure alrededor de una hora. La participación es libre y gratuita.
Si alguien desea obtener mayor información, comunicarse con los organizadores, consultar el reglamento o ver imágenes d elos años pasados puede buscar su perfil y su página en Facebook como “Carrera de Melones”.
Están todos invitados a acudir este 15 de septiembre, ya sea a participar o a observar este evento que se ha ido convirtiendo en una (tal vez extraña) tradición que ha dado y seguirá dando mucho de que hablar.
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